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Cómo alimentar a mi perra después de parir

En España, los perros son las mascotas más comunes. Una perra tras parir requiere de una serie de cuidados especiales. Dentro de estos cuidados, la alimentación es un aspecto que resultará fundamental. No en vano, a partir de ahora la madre tendrá que dedicarse de sus cachorros y, en muchos casos, es probable que deba prepararse para darles de mamar.

Pero lo más importante a la hora de alimentar a mi perra después de parir es lograr que se recupere y vuelva a encontrarse del todo bien. Así los propios cachorros podrán disponer de una leche materna adecuada para su desarrollo. Y en todo esto, la alimentación juega un papel muy importante. A continuación te contamos cómo alimentar a mi perra después de parir.

La alimentación de mi perra después de parir

La buena alimentación de una perra y sus cachorros es clave para la salud y el posterior desarrollo de los animales. En este sentido, hay que proporcionarle un tipo de alimentación u otro en caso de que se vaya a tratar de una perra lactante.

La perra lactante

Si es este el caso, el pienso que se le ofrezca debe ser de la mejor calidad. Hay que ofrecerle este pienso (recomendable uno especial para cachorros o para perras después del parto) hasta el destete de los cachorros. A estos últimos también les puedes dar de comer con el mismo pienso de la madre remojado en agua, aunque esto a partir de las 3-4 semanas de vida.

Es muy importante que, ya durante la gestación, a la perra se le cambie su pienso habitual por otro especial de crecimiento para cachorros. Este tipo de pienso tiene un contenido en calorías, grasas y proteínas más elevado que el de los piensos tradicionales. De esta forma, podrá cubrir todas sus necesidades nutricionales.

Las raciones de pienso tras el parto se pueden distribuir de la siguiente manera:

1. Primera semana: se incrementa cada día la cantidad en ración y media

2. Segunda semana: se dobla la cantidad anterior

3. Tercera semana: el triple de cantidad que al inicio de la primera semana

4. Cuarta semana: se disminuye la cantidad cada día hasta que los cachorros se desteten, momento en el que se vuelve a la alimentación habitual

La cantidad de las raciones no debe ser excesiva. Lo ideal es alimentar a tu perra en pequeñas cantidades, pero con más frecuencia. Junto con el pienso, también le puedes dar de comer algo de yema de huevo, requesón o hígado. Estos alimentos son ricos en proteínas, lo que resultará de gran importancia para un mejor desarrollo del periodo de lactancia.

Además, en caso de que la madre haya tenido una gran camada de cachorros, debes aportar a su alimentación tras el parto un poco de carbonato de calcio. Solo hay que mencionar que los cachorros pueden llegar a mamar cada 3-4 horas, por lo que la madre necesita de un aporte nutritivo alto.

La hidratación

También es muy importante que la perra tras parir esté siempre hidratada. El agua es un elemento fundamental en la alimentación de los animales, pero mucho más en estas condiciones. Nunca le puede faltar agua fresca y abundante, ya que en este estado de lactancia la hidratación es clave.

Si lo deseas, puedes ofrecer a tu perra comida enlatada, ya que esta suele tener un contenido más alto en agua que el resto de alimentos. Lo que sí debes procurar es que el recipiente del agua se encuentre cerca de la perra para que esta no tenga que desplazarse mucho y pueda incluso beber mientras da de mamar a los cachorros.

¿Y si mi perra no quiere comer después de parir?

Esta situación no es extraña. Es muy probable que la perra no quiera comer nada justo después de parir. Algo que se produce sobre todo las 12 horas siguientes al parto. Las madres lo único que van a querer es estar al lado de sus cachorros para vigilarlos y cuidarlos para que sientan pronto el calor materno.

Sin embargo, si la falta de apetito se prolonga durante varios días es necesario consultar con el veterinario. Será este especialista quien indique las pautas a seguir en función de la revisión que haga del animal. No en vano, puede ser que la perra esté sufriendo algún problema mayor y por eso no se alimente.

Uno de estos problemas más habituales es la mastitis. Esta patología consiste en la inflamación de las glándulas mamarias a consecuencia de una infección bacteriana. Un trastorno muy doloroso y que afecta incluso a la producción de leche de la madre. Será el veterinario quien revise a la perra para realizar un diagnóstico y brindarle el tratamiento más adecuado.

Por lo general, en cualquier situación que la perra no quiera comer se suele recomendar dividir las tomas diarias o dejar que el propio animal coma cuando tenga hambre. Pero siempre prestando atención a esta situación, ya que la perra necesita alimentarse adecuadamente.

La alimentación de una perra y sus cachorros es, pues, un cuidado que debes prestar con suma atención. Las necesidades alimenticias de la madre van a aumentar mucho. Por tanto, hay que darle de comer un alimento que le ofrezca un mayor aporte energético y de proteínas. Además, también puedes añadir a su dieta un suplemento de alto contenido graso, ya sea aceite vegetal o manteca de cerdo.

En definitiva, la alimentación de una perra tras parir debe adaptarse a este nuevo estado fisiológico. Al menos hasta pasadas unas 3-4 semanas.

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